Las mujeres son unas de las principales líderes en el desarrollo de proyectos productivos o alternativas para la conservación. En algunos casos ellas son quienes están más cercanas del cuidado y protección de los recursos. Por ejemplo, FONAG trabaja en las comunidades de montaña cercanas al Distrito Metropolitano de Quito en donde se encuentran las fuentes que proveen de agua a la ciudad, en este trabajo se puede apreciar el rol de las mujeres como guardianas del agua de la ciudad. Para las mujeres, la conservación del agua es un tema de vida. Sin embargo, a pesar de la importancia de su rol en el cuidado del agua, la mayoría de socios de sistemas de agua comunitarios son hombres y son ellos quienes tienen el voto a la hora de tomar decisiones sobre sus sistemas.
“Se puede trabajar con mujeres, pero aún se manteiene un sistema de inequidad, un sistema en donde la mujer no participa, la mujer no decide, la mujer no tiene acceso a recursos”. Así comenta Susana Escandón, habitante de la comunidad donde interviene FONAGUA.
En este sentido, surge la necesidad de trabajar en estrategias de conservación con enfoque de género que rompan con los factores que reproducen la inequidad, promuevan la participación y mejoren los beneficios directos que le permitan a la mujer mejorar sus condiciones de vida.
Integrar dentro de los acuerdos de conservación una cláusula de género para que los actores se comprometen a trabajar en condiciones de equidad e igualdad de participación y beneficios, ha sido uno de los primeros mecanismos que ha contribuido a fomentar la participación de mujeres en los espacios de información y decisión. Por ejemplo, un plan de acción debe ser compartido y las mujeres deben establecer los horarios más factibles para su participación. En estos espacios, se asegura que se tenga un adecuado sistema de cuidado de niños y que puedan tener beneficios directos, como capacitaciones según sus necesidades específicas.
La integración del enfoque de género se enmarca en un proceso de transformación social, a través del cual su rol, así como sus conocimientos, son visibilizados, generando niveles de liderazgo y de decisión propios. Empezamos a cosechar lo sembrado en las comunidades andinas en donde trabaja FONAG, las mujeres se organizan y tienen acceso a capacitaciones y a recursos. Actualmente, algunas mujeres ocupan niveles de responsabilidad y reciben remuneración por parte de la comunidad. Por ejemplo, en Oyacachi Leslie Ascanta es Coordinadora de Turismo Comunitario, recibe suelo de la propia comunidad y es reconocida como coordinadora, integrar el enfoque de género es una de las principales estrategias de sostenibilidad.
El FONAG junto a PROAMazonía ha incluido en todas sus acciones enfoque de género y muy pronto se escucharán y evidenciarán los logros que trate está inclusión. El reto es comprender los nuevos escenarios que implica el trabajo con enfoque de género, no es solamente integrar númericamente a las mujeres, si no principalmente reducir las brechas de inequidad, acceso de información, capacitación, organización, participación y toma de decisiones.