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El MAATE adjudicó tierras a comunidades shuar para fomentar el desarrollo local y la conservación ambiental

El proceso de legalización de tierras es el resultado de una colaboración entre el MAATE y el Proyecto Pago por Resultados REDD+, que incluyó la Consulta Previa, Libre e Informada (CPLI), que garantiza el consentimiento de las comunidades shuar y la transparencia en cada etapa, desde el levantamiento de puntos de linderación, censos poblacionales y la elaboración de los planes de manejo integral.

Este miércoles 20 de noviembre, la viceministra del Ambiente, María Cristina Recalde, realizó la entrega de títulos de adjudicación de tierras a los Centros Shuar Pumpuis y Tayuntza Norte de la provincia de Morona Santiago. Este acto representa un avance decisivo en la protección de los derechos de las nacionalidades indígenas y la conservación de los bosques, contribuyendo en la mitigación del cambio climático.

 

En su intervención, la viceministra Recalde resaltó los esfuerzos del gobierno del presidente Daniel Noboa Azín para otorgar 9.085,52 hectáreas de tierras en beneficio de 359 miembros de las comunidades shuar, de los cuales, 47% son mujeres, lo que resalta el enfoque inclusivo y equitativo de esta iniciativa. En la misma línea, este proceso marca un cambio trascendental en el reconocimiento de los derechos colectivos e individuales de los pueblos y nacionalidades indígenas, asegurando la tenencia de sus territorios ancestrales para el desarrollo de actividades, vigencia de su cosmovisión, así como el fortalecimiento de su rol como custodios de ecosistemas esenciales para la vida.

Además de la entrega de títulos, el encuentro marcó el inicio de un ambicioso proceso de restauración forestal en el Centro Shuar Pumpuis. Con el apoyo de la Fundación Ecológica Arcoíris y la participación activa de la comunidad, se proyecta restaurar 100 hectáreas de la zona mediante la plantación de 10 mil plantas nativas, incluyendo especies maderables, frutales y medicinales.

 

Este esfuerzo no solo busca regenerar ecosistemas degradados, sino también proporcionar beneficios tangibles como la mejora de la calidad y cantidad del agua y la restauración de los ecosistemas amazónicos, presentes en el Bosque Protector Kutukú Shaimi, considerado como el bosque protector más grande del país.

Este proyecto ha sido posible gracias al liderazgo del MAATE en coordinación con el Proyecto Pago por Resultados REDD+ y la articulación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), agencia acreditada para la implementación del proyecto.

Gracias a estas acciones, Ecuador encamina sus esfuerzos para el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en los ejes de protección ambiental y desarrollo comunitario.

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