Cuando escuchamos sobre los problemas ambientales provocados por la deforestación y la tala ilegal de bosques, en ocasiones sentimos que se trata de una realidad distante, que ocurre fuera de nuestra zona de confort, sin asumir la responsabilidad que como sociedad tenemos al ser consumidores de productos elaborados con madera.

Si reflexionamos y tomamos en cuenta los objetos que usamos en nuestro día a día, podemos evidenciar que artículos como: las puertas de nuestra casa, la mesa donde consumimos nuestros alimentos, la cama en la cual descansamos, los libros que leemos, los cuadernos y lápices que utilizamos para escribir, entre otros, forman parte de la lista de los objetos que provienen de los bosques.

Es inconcebible mantener un estilo de vida sin los bienes que estos nos proveen. Esto sin contar los servicios ambientales que nos brindan como la generación de aire limpio, la regulación del régimen hídrico, la protección de los suelos etc.
Sin embargo, no recordamos todos los beneficios y servicios de los bosques cuando compramos un mueble o un artículo de madera y no cuestionamos su origen y el tratamiento que este tuvo; revisamos el precio, la calidad, los acabados, pero no nos detenemos a pensar que al extraer estos recursos forestales se pudo afectar a un ecosistema sensible, el hábitat de alguna especie en peligro de extinción o los derechos de pueblos y nacionalidades indígenas.

No obstante, como individuos si podemos ser actores de cambio y convertirnos en consumidores responsables, lo que implica tomar acciones concretas para transformar nuestros hábitos y elegir productos de origen legal, elaborados mediante buenas prácticas forestales.

Ante esta realidad, el Ministerio del Ambiente y Agua promovió a finales del año 2018, la iniciativa nacional ‘Pacto por Nuestros Bosques’, con la finalidad de consolidar una plataforma de discusión, generación de propuestas y el establecimiento de alianzas entre entidades del sector público, privado y comunitario del país. Esto con el propósito de generar las condiciones necesarias para promover la gestión sostenible de los bosques, así como la producción y el consumo responsable de los productos forestales.

En este contexto y con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco del Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible – PROAmazonía, el 13 de noviembre de 2019¹, el Ministerio del Ambiente y Agua, mediante el Acuerdo Ministerial 096, expidió la norma técnica sobre Punto Verde Forestal en la cual, se materializa un proceso participativo construido y validado con los actores de la cadena forestal que permite verificar la legalidad de la madera bajo un esquema de reconocimientos y distinguir los productos del bosque de origen legal y sostenible en el mercado y promover el consumo responsable de Madera Legal.

El Punto Verde Forestal representa un mecanismo que contribuirá a detener la pérdida y degradación de los bosques, desde una perspectiva de cambio de visión de la política pública de control; en la que ya no es solo responsable la autoridad nacional, sino que comparte también el compromiso con la sociedad y la involucra activamente en su posibilidad de elegir productos de origen legal. Esta elección es la motivación para que los actores involucrados en la producción y suministro de madera opten por prácticas responsables y se genere una mejor distribución de beneficios, principalmente en el primer eslabón en donde está el bosque y las comunidades, y en el cual existen mayores necesidades de ingresos económicos.

Claudio Shiguango, líder juvenil del Grupo Técnico Forestal y Ambiental de la Comunidad Wamaní (ASOCOSAKAWA), uno de los actores que han participado de manera activa en el proceso de construcción del Punto Verde Forestal, manifestó que encuentra en esta iniciativa una gran oportunidad para generar recursos y mejorar las condiciones de comercialización de la madera en su población.

En el Ecuador, si bien la tasa de deforestación ha disminuido, es primordial realizar esfuerzos mancomunados con la sociedad, para que este escenario continúe con una tendencia de reducción, considerando el alto impacto que tiene la deforestación en el incremento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y sus efectos entorno al cambio climático, sin contar la pérdida de la biodiversidad y los desequilibrios ecológicos producidos, entre otros impactos.

Por otro lado, la degradación de los bosques derivada del aprovechamiento forestal ilegal, origina una competencia desleal hacia quienes implementan buenas prácticas forestales, enmarcadas en la legalidad y la producción forestal sostenible. La cadena productiva y la estructura del comercio de madera a nivel nacional, evidencia que las personas que dependen de la extracción maderera permanecen en condiciones de pobreza, inequidad social y vulnerabilidad ambiental ante los efectos del cambio climático.

Por lo tanto, el Punto Verde Forestal como marca, promueve la legalidad entre los productores e invita a la población a convertirse en consumidores responsables. Cuando veas este sello “Consume madera legal, consume punto verde forestal”

Autor: Christian Velasco - Especialista Forestal – Proyecto FAO-PROAmazonía  

¹ Este Acuerdo Ministerial 096, fue publicado en el Registro Oficial No. 100 del 13 de diciembre de 2019