Con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de conservar los bosques, por su contribución al ambiente, a la salud y como una estrategia para mitigar los efectos del cambio climático, el actor y ambientalista ecuatoriano Roberto Manrique creó en 2019 la campaña #JuntosXlaTierra.
Roberto es guayaquileño de nacimiento y en los últimos años, ha colaborado en campañas e iniciativas de carácter ambiental y social como Premios Latinoamérica Verde y una participación de servicio con ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), trabajando con comunidades de refugiados en el norte de Ecuador.
Su interés por defender el medio ambiente es algo que lo ha acompañado desde muy joven y es por ello que, en abril de 2021, PROAmazonía, programa del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica y Ministerio de Agricultura y Ganadería; con apoyo de PNUD se unió a la campaña Juntos por la Tierra con el objetivo de plantar 100.000 árboles en la Amazonía ecuatoriana. En el marco de esta iniciativa, Roberto Manrique nos cuenta cómo nació esta idea, qué expectativas tiene y qué siente ante la respuesta positiva de miles de personas que ya forman parte de la campaña.
Fotografía: Cortesía de Mauricio Villahermosa (México)
¿Qué te motiva la lucha por el ambiente y la conservación de los bosques?
Ha sido un proceso que ha ido creciendo, muy personal que partió de una sensibilidad innata hacia la vida, la naturaleza y la fauna. Recuerdo de pequeño ser parte de Fundación Natura, eso para mí era como ser parte del Salón de la Justicia, como un superhéroe. Al seguir madurando el proceso siguió cultivándose y ya como embajador de Premios Latinoamérica Verde por ocho años, pude conocer y relacionarme con ambientalistas, activistas y emprendedores; así aprendí mucho más.
Para mí es muy dolorosa la manera en la que hemos acabado con los bosques, y los efectos graves que esto conlleva. Hay que hacer un trabajo de regeneración en estos espacios y para ser honesto por eso, lo que me más motiva es la conversación y el anhelo de cuidar y regenerar estos espacios, a través de campañas como la de Juntos X la Tierra.
¿Cómo se relaciona la campaña Juntos X la Tierra a esta pasión personal por el ambiente y por qué decidiste emprender algo así?
Ha sido un proceso que en el 2019 llegó a su pico pero que inició cuatro años antes en 2015. En ese año hice un viaje solo y sin dinero por una semana, este no tenía una perspectiva ambiental, sino más una idea de cuestionar apegos y sentar una premisa de que sí podemos confiar más en las personas. En ese momento, no tenía el intercambio de los árboles, pero quería probar la convicción de la que bondad de las personas era suficiente.
Esta experiencia sentó las bases y sabía que en algún momento experimentaría algo más ambicioso y más retador. Fue así que, en el 2019, de pronto la vida hizo que los factores se organicen y no pueda escapar. La segunda temporada de la serie en la que trabajaba se canceló y de repente conté con un poco de tiempo extra. Pensé, bueno no me puedo hacer el loco llevo muchos años buscando tener el tiempo y ahora era el momento. Además, estaba muy inspirado con los Premio Latinoamérica Verde y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP- 25) que se iba a realizar en Chile, entonces luego de pensar, la idea se reveló. Mi nuevo recorrido iba a ser Quito – Santiago, la meta era llegar a la COP25, y mi forma de intercambiar la bondad recibida por parte de extraños iba a ser a través de árboles.
¿Cuál crees que es la importancia de promover acciones o iniciativas ciudadanas para luchar contra el cambio climático?
Estamos en un momento en que como personas debemos soltar esta pasividad que tenemos, esperando que alguien más implemente leyes o genere cambios. Sin duda debemos gestionar y presionar ya sea como consumidores a empresas o ciudadanos a un gobierno por leyes y cambios; pero eso no quita que el primer paso es asumir nuestra responsabilidad y hacernos la pregunta si en verdad estamos dando nuestro 100%. Tendemos a quedarnos en la queja, en la crítica, en la expectativa que alguien más resuelva y no nos gusta pensar en transformar nuestros hábitos y vida.
Yo me hice esa pregunta y lo mío fue un resultado extremo con un recorrido muy intenso, pero para eso di otros pasos previos. Sueño con ser vegano algún día, pero aún estoy lejos de eso. Sin embargo, celebro que cada día como menos carne, antes me echaba más culpa y me juzgaba, pero entendí que ese proceso es más lento para mí y que en otros voy más rápido. Este es un ejemplo, no significa que todos debemos ser veganos, pero con un cambio individual en hábitos y dar ese 100% seguro lograremos cambios importantes.
¿Cómo te sientes al observar el interés que ha despertado la campaña Juntos por la Tierra y la integración de nuevos actores, entre ellos PROAmazonía?
Mucha emoción, gratitud y responsabilidad. No me esperaba tanta respuesta positiva, preguntas y retroalimentación. Estamos todavía viendo cómo canalizar la ayuda e interés, es fantástico recibir este input y por ende sentir que existe una comunidad que está dispuesta a hacer cosas en común. Trasciende las expectativas de la campaña ya que lo bueno y lo malo es contagioso, y lograr contagiar el gozo por hacer algo positivo por el planeta es muy gratificante.
Me encanta la idea de plantar los 150.000 árboles, pero imagínate llegar al millón. Pero el trabajo más fuerte que podemos hacer es inspirar para que más personas se sumen a procesos personales que permitan bajar su huella de carbono e inspirar a otros.
Las nuevas generaciones cada vez son más conscientes del cambio climático, sus efectos y acciones para detenerlo, ¿cómo podemos llegar a otras generaciones y conservar el interés sobre estos temas?
Es cierto que las nuevas generaciones vienen con un chip diferente pero también creo que este despertar de la responsabilidad y conciencia ambiental es transversal. Veo respuestas de personas de múltiples generaciones, por fortuna no tiene que ver con un grupo demográfico o edad. Hay un despertar de conciencia generalizado y hay muchos motivos para eso: más información y los riesgos son más evidentes; vivimos una pandemia que nos despertó y puso alerta.
¿Qué mensaje les darías a les dirías a las personas que piensan que sus acciones individuales no tienen peso cuando se trata luchar contra algo tan grande como el cambio climático?
En la tierra somos aproximadamente 7.000 millones de personas y eso es lo que necesitamos 7.000 millones de ambientalistas imperfectos. La única manera de sentir y ser el cambio que este planeta necesita es empezando por uno mismo y ahí no hay acciones menores. No existe tal cosa, si con honestidad haces un poquito más de lo que hiciste ayer llegarás lejos como individuo y si lo juntamos llegaremos lejos como civilización. Además, si quieres exigir a un gobierno y empresas que cambien, no tiene sentido ni coherencia si no hemos empezado con cambios personales. Para tener cara para exigir cambios, el primero paso es hacerlo puertas adentro.
¿Cuáles son tus expectativas frente a la meta de plantar 100.000 árboles en la Amazonía ecuatoriana a través de PROAmazonía?
Es una meta grande, lo primero que siento, no te miento es un poco de susto porque hemos apuntado muy alto, pero ahí vamos por que el tiempo apremia y con mucha seguridad de lo que estamos construyendo juntos. Estoy en un momento de crear nuevos canales para convocar a más gente ya pasamos más de 20.000 personas y es definitivamente un momento para identificar acciones que estén a la altura de esas metas. Estoy pensando en acercarme a colegios, convocar más niños y jóvenes, es una tarea ambiciosa lo cual nos encanta, pero nos exigen un trabajo.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con las personas que quieren formar parte de la campaña Juntos por la Tierra, porque plantar un árbol marca la diferencia?
Voy hablar de dos árboles. El primero es que el que plantarán con nosotros al dar unos clics y ser parte de la campaña. Los invitó ese “primer árbol” porque hay un sin fin de motivos para restaurar nuestra Amazonía: comunidades y biodiversidad se beneficiarán por espacios que albergan hábitats sanos. Pero ese “primer” árbol, además, abre un camino a un gran ecosistema digital que te inspirará a hacerte preguntas para que capaz encuentres tu propio camino. Tal vez no termines haciendo muchas cosas, pero puedes convertir en un activista por otro tema o simplemente cambiar algo en tu vida que inspire a otros.
Y luego está el otro árbol que invito a plantar. Hay personas que quieren ensuciarse las manos, cavar ese hueco, escoger el lugar y plantar una vida. No es fácil, pero lograrlo y poner en ese hoyo un árbol y saber que estás dando a una vida, la posibilidad de existir es algo único. Sin duda esa experiencia de plantar un árbol con tus propias manos es especial y puede desembocar en un sinnúmero de reflexiones transcendentales, como lo hizo conmigo. Espero dejar la duda en cada una de las personas que lean esto y que se pregunten, ¿de qué se trata esto? para que se animen a hacerlo.
Para conocer más sobre la campaña o sobre la conservación de bosques y restauración forestal ingresa a www.proamazonia.org o www.juntosxlatierra.com
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