Plantar un árbol suele ser la práctica más común cuando se piensa en recuperar un ecosistema degradado. Sin embargo, los ecosistemas son muy diversos entre sí. Por tal motivo, la reforestación no es la panacea. No existe una receta unificada para restaurar todos los ecosistemas. Dependiendo de las características del sitio a intervenir, las acciones que se deben implementar son diferentes.
Este es el caso del páramo. Este ecosistema, fuente de agua, no es un bosque. Si bien cuenta con parches arbóreos, la gran mayoría de su vegetación está constituida por plantas herbáceas, rosetas y arbustos. Por ello, en su contexto, no se puede hablar de reforestación.
Desafortunadamente, no siempre se tienen en cuenta criterios científicos relacionados con: sitio de origen de semillas, genética, manejo de semillas, hábitats, funcionalidad ecosistémica, propiedades del sustrato, entre otros.
Consciente de esta realidad, el Fondo para la Protección del Agua (FONAG) a través de su Programa de Recuperación de la Cobertura Vegetal (PRCV) implementa acciones innovadoras de restauración ecológica para recuperar páramos y bosques altoandinos.
Las acciones de restauración ecológica son aquellas que buscan recuperar la funcionalidad ecológica original de un sitio degradado, a mediano y largo plazo. En el contexto del páramo, estas acciones buscan obtener ecosistemas saludables con cobertura vegetal, dinámica de suelos, funcionamiento de cadenas tróficas, almacenamiento de carbono, y regulación hídrica apropiada.
Actualmente, el PRCV maneja varias estrategias de restauración. La restauración activa es una ellas, mediante la producción y siembra de plantas nativas, oriundas de los páramos a intervenir, representativas en cuanto a riqueza biológica y genética. Es decir, son varias especies de plantas que poseen un material genético obtenido a partir de una población diversa y adecuada.
Fotografías: Diego Ribadeneira
Descripción: Actividades de siembra con plantas nativas
Por otro lado, también se implementan acciones de restauración pasiva, que consisten en eliminar factores externos para que el sitio afectado se recupere por sí mismo. Restauraciones biofísicas mediante la contención de taludes con diques y la siembra de plantas; y restauraciones complementarias como: cercas vivas, cortinas rompevientos o líneas cortafuegos, entre las más usadas.
Para garantizar la calidad y diversidad genética de las plantas empleadas, el FONAG cuenta con un banco genético de semillas para cada zona, que funciona con criterios fenológicos. Así se puede definir las épocas de floración, fructificación y colecta de las especies. No se trabaja con esquejes o estacas porque al ser clones, no garantizan una variabilidad genética apropiada a futuro. Además, el FONAG trabaja activamente con viveristas comunitarios que, a través de capacitaciones teóricas y prácticas, se han convertido en aliados estratégicos, y un eslabón clave en la cadena de propagación vegetativa para restaurar y conservar las fuentes de agua.
Activar la capacidad de resiliencia (adaptación al cambio) de un ecosistema después de ser perturbado o degradado por actividades humanas es una tarea compleja. Para rehabilitar las condiciones ambientales originales de un ecosistema, y con ello devolverle su valor natural y socioeconómico, se requiere de muchas acciones y actores.
Precisamente, es allí donde el apoyo financiero y logístico de PROAmazonía ha sido determinante. Desde que FONAG y PROAmazonía firmaron un convenio de cooperación interinstitucional en mayo del 2017, se ha potenciado el alcance e impacto de los procesos de conservación y recuperación de la cobertura vegetal; principalmente en el flanco oriental de la cordillera de los Andes. Sitios con gran influencia en la regulación hidrológica y ecológica de las cuencas altas de algunos ríos de la Amazonía.
Para saber si todo el esfuerzo invertido está produciendo los resultados esperados, el FONAG cuenta con un mecanismo robusto de monitoreo de impacto. A través de él, se obtienen indicadores de rendimiento que permiten evidenciar y potenciar los resultados positivos, así como corregir aquellos que no son tan satisfactorios. Es decir, se emplea una filosofía de mejora continua, basada en ciencia aplicada y experiencia técnica.
Al momento, bajo el convenio con PROAmazonía, se han realizado intervenciones de restauración ecológica en: el Valle del Tambo ubicado dentro del Parque Nacional Cayambe Coca (10.000 plantas de Polylepis incana a lo largo de 10 hectáreas); Jamanco en la parroquia Papallacta (10.000 plantas de Polylepis incana); Oyacachi con 9,7 hectáreas recuperadas; y Antisana con 45 hectáreas en la cuenca del río Antisana.
Producto de la rigurosidad técnica y científica, el índice de supervivencia de las plantas utilizadas es muy alto. Además, gracias a las acciones de restauración ecológica implementadas en ciertos sectores afectados por cientos de años de prácticas como la agricultura, ganadería y el sobrepastoreo -ubicados dentro del Área de Conservación Hídrica Antisana y la Reserva Ecológica Antisana- se ha conseguido frenar procesos de erosión eólica e hídrica; que afectaban a estas importantes fuentes de agua, así como también reducir la variación en el nivel freático de una turbera altoandina (humedal Pugllohuma).
Si bien la recuperación del páramo y los bosques altoandinos es más lenta comparada con otros ecosistemas, hasta el momento se han obtenido resultados muy satisfactorios reflejados en la recuperación de la cobertura vegetal, dinámica de suelos, funcionamiento de cadenas tróficas, biodiversidad, almacenamiento de carbono, y calidad y cantidad de agua; por nombrar algunos. No obstante, la verdadera magnitud del impacto de estas acciones se verá con detalle a largo plazo. Por lo pronto, las semillas germinadas auguran un futuro próspero.
Sumario: Con el apoyo de PROAmazonía, el FONAG implementa acciones innovadoras de restauración ecológica para garantizar ecosistemas altoandinos saludables y funcionales.
Destacado: Recuperar las condiciones ambientales originales de un ecosistema es una tarea compleja que requiere de varias acciones y actores.
Fotografías: Diego Ribadeneira
Descripción: Actividades de siembra con plantas nativas
Fotografías: Diego Ribadeneira
Descripción: Acciones de restauración ecológica del Programa de Recuperación de la Cobertura Vegetal (PRCV).
Fotografías: Diego Ribadeneira
Descripción: Invernaderos FONAG de plantas nativas en Reserva Antisana
Autor: Diego Ribadeneira, Comunicador Ambiental FONAG.
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