Las principales actividades económicas de las mujeres rurales son la agricultura y la ganadería. Labran la tierra y garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y pese a ser tan productivas, en la ruralidad, las mujeres sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza. En Ecuador, el 35,49% de las mujeres en la ruralidad viven en condiciones de pobreza, frente al 15,5% del promedio nacional.[1]

Las mujeres rurales viven en estrecha relación y dependencia de su entorno natural, especialmente en la Amazonía ecuatoriana. Sin embargo, el manejo de los recursos está limitado por los roles culturalmente asignados a las mujeres, quienes tienen dificultades para acceder a créditos y una baja participación en los espacios de toma de decisiones.

El Diagnóstico de la situación de las mujeres amazónicas, realizado por ONU Mujeres y PROAmazonía (programa del Gobierno Nacional con apoyo del PNUD) en el 2019, concluyó que los estereotipos de género y los roles sociales y culturalmente asignados limitan los liderazgos de las mujeres amazónicas y mucho más en el sector rural. En este sentido, la incorporación de la perspectiva de género con pertinencia cultural contribuye al empoderamiento socio político de las mujeres amazónicas, siendo su participación clave para la conservación de la biodiversidad.

Fotografía: ONU Mujeres
Descripción: Talleres del proyecto ONU Mujeres – PROAmazonía.

Para mejorar la situación y posición de las mujeres amazónicas, ONU Mujeres como parte del programa PROAmazonía, incorpora el enfoque de género en los procesos socioambientales, manejo sostenible e integrado de los recursos naturales. El programa promueve alternativas productivas sostenibles que mejoren la economía de las personas que habitan en la Amazonía, a la vez que se disminuye la deforestación para combatir el cambio climático.

“El involucramiento de las mujeres en nuestra asociación era casi nula, mediante los talleres identificamos esta problemática, entendimos que nuestra participación es muy importante así que modificamos uno de los requisitos para ingresar a la asociación, antes solo podían participar titulares de hectáreas con palmito y todas las escrituras estaban a nombre de los hombres, ahora ese ya no es un requisito, ya somos más mujeres y estamos en la directiva, tomando decisiones,” comenta la Secretaria de la Asociación de Palmicultores de la Amazonía Ecuatoriana (APAE), Giomara Pineda, quien participó de los talleres de género de ONU Mujeres en el marco de PROAmazonía.

APAE accedió a los fondos concursables de PROAmazonía para su bioemprendimiento productivo de palmito, ubicado en la provincia de Orellana. Hugo Ureña, socio agricultor, resaltó que el apoyo económico y las capacitaciones son fundamentales para impulsar y mantener el proceso productivo, del que se benefician alrededor de unas 600 familias de El Coca y Joya de los Sachas.

Los bioemprendimientos son alternativas económicas para frenar acciones que afectan al ambiente y en la ruralidad están principalmente ligados a la agricultura. Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, la agricultura familiar campesina, liderada por las mujeres rurales, garantiza más del 60% de la producción de alimentos. Al apoyar a bioemprendimientos locales se fortalecen como mecanismos para generar recursos que mejoren las condiciones de vida de las comunidades beneficiadas para asegurar la sostenibilidad de los proyectos de conservación y restauración.

De igual manera con los talleres del proyecto ONU Mujeres – PROAmazonía, se busca empoderar a las mujeres para generar mayor participación, no solo como productoras, sino también en espacios en los que se toman decisiones dentro de sus organizaciones, asociaciones y comunidades. Giomara destaca que gracias a las capacitaciones pudieron identificar los roles que cumplen en la organización “nos empoderamos y tratamos de insertar a más compañeras a la Asociación, si se hace una contratación externa damos prioridad a mujeres”.

El caso de Giomara y la APAE ejemplifican el espíritu con el cual la Asamblea General de la ONU decidió declar al 15 de octubre como el “Día Internacional de las Mujeres Rurales”. El objetivo es “reconocer la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.

Fotografía: ONU Mujeres
Descripción: Bioemprendimiento de palmito de la Asociación de Palmicultores de la Amazonía Ecuatoriana en El Coca. 

Fotografía: ONU Mujeres
Descripción: Giomara Pineda, secretaria de la de la Asociación de Palmicultores de la Amazonía Ecuatoriana en la finca de palmito.

[1] PNUD-MAG-MAATE (2019), Diagnóstico de la situación de las mujeres amazónicas. Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible, PROAmazonía. https://www.proamazonia.org/wp-content/uploads/2020/07/Diagnostico-de-mujeres-Amazonicas-3.pdf

Autora: Patricia Torres – Consultora de Comunicación para ONU Mujeres