El Proyecto Socio Bosque (PSB) del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) es una iniciativa del estado ecuatoriano que entrega incentivos monetarios a aquellos socios privados y comunitarios que se comprometen a conservar áreas boscosas, manglares y páramos, presentes en sus predios o territorios. El PSB nació mediante Acuerdo Ministerial 169 en noviembre del 2008, y tiene los siguientes objetivos:
- Proteger los bosques y sus valores ecológicos, económicos y culturales.
- Reducir las tasas de deforestación y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.
- Mejorar las condiciones de vida de las poblaciones rurales.
PROAmazonía, programa liderado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, con apoyo de PNUD, contribuye a la ejecución del Proyecto Socio Bosque; a través de financiamiento, asesoría y acompañamiento técnico.
Actualmente, el PSB cubre un área de más de 1,6 millones de hectáreas, que corresponde a 6,3% de la superficie del país y equivale al 10,7 % del área remanente de bosques y páramos naturales existentes. Desde el año 2017, PROAmazonía fortalece el accionar del PSB mediante el financiamiento del incentivo de 10 convenios de conservación, ubicados en la región amazónica[1], que abarcan un total de 159.557,63 hectáreas, con una inversión anual de USD 403.908,81. Así también, se trabaja en el fomento de los bioemprendimientos, manejo forestal sostenible fuera de las áreas de conservación, así como el financiamiento de la contratación de seis técnicos especializados en trabajo con las comunidades, que apoyan a la implementación del PSB en territorio.
El incentivo económico que el PSB entrega a las comunidades puede ser utilizado en cuatro líneas de acción: a) conservación territorial, b) desarrollo social y cultural, c) desarrollo económico productivo y d) fortalecimiento organizacional. Las comunidades definen en asamblea como distribuir los gastos de cada desembolso, y esta planificación se plasma en un plan de inversión anual. Usualmente priorizan el gasto en los rubros destinados a cubrir necesidades más inmediatas, como las relacionadas a salud, infraestructura o educación. También, se invierte en el desarrollo productivo convencional, vigilancia del área bajo conservación y gastos administrativos.
Una de las preocupaciones del PSB, es que el monto que las comunidades invertían en el desarrollo de bioempredimientos de productos forestales no maderables (PFNM) era mínimo. La importancia de realizar este tipo de inversión, es que los bioemprendimientos generan ingresos económicos que permiten seguir conservando el bosque, porque necesitan de él para su desarrollo. Parte de las necesidades básicas de las comunidades pueden ser cubiertas con los réditos de estos bioemprendimientos, y así se obtiene en el largo plazo, una independencia económica que contribuye a la conservación de los bosques y los recursos naturales.
La implementación de la nueva Normativa Técnica de Socio Bosque en 2020, para la elaboración de planes de inversión y rendición de cuentas, estableció priorizar el uso del incentivo en actividades productivas sostenibles. Esto ha permitido a los técnicos del PSB enfatizar sobre la importancia de destinar recursos para este tipo de actividades.
Los planes de inversión se elaboran en las asambleas comunitarias, con la participación del técnico del PSB a cargo. De manera grupal, se revisan y priorizan las necesidades que tiene la organización; así también, se proponen los montos a invertirse en las distintas líneas de acción. Posterior a esto, se realiza un debate, y se toma las decisiones según lo que decida la mayoría de la asamblea, de acuerdo a los estatutos de cada organización. En el último proceso de elaboración de planes de inversión, para el período marzo 2021 a febrero 2022, 16 comunidades de la Amazonía, destinaron recursos para bioempredimientos.
Con el acompañamiento del equipo técnico de PSB y PROAmazonía, las comunidades reconocen la importancia de planificar la inversión del incentivo con una visión de largo plazo. El compartir experiencias exitosas de otros sectores ha sido también una motivación para que las comunidades se asocien y generen emprendimientos, aprovechando los PFNM que les brinda el bosque, y que constituyen una fuente de sustento para el futuro. Algunos de los bioemprendimientos en los que trabajan actualmente las comunidades son: turismo comunitario, elaboración de artesanías, bebidas energizantes, jabones, extracción de aceites esenciales.
Algunos de los casos más destacados son el Proyecto “Sal Amazónica del Transkutuku A tu mesa”, realizado por el Centro Shuar Wee en Sevilla Don Bosco en la provincia de Morona Santiago. La comunidad se dedica a la producción de sal condimentada con ají “Jimia”. El proyecto plantea tecnificar el mecanismo de elaboración y darle valor agregado con todos los mecanismos necesarios de inserción en mercado. Otro bioemprendimiento destacado hace referencia al turismo comunitario de la Comuna Kichwa El Pilchi en Sucumbíos, conformado por un grupo de mujeres de la Asociación Mandi Wasi, que elaboran y comercializan artesanías y bisutería utilizando Productos Forestales No Maderables (PFNM) como semillas y fibras.
El reto gira en torno a que las comunidades se empoderen de estos emprendimientos, y para ello se necesita apoyo y acompañamiento externo, en vista de que, al estar las comunidades alejadas, se dificulta el acceso de los productos al mercado. Esto los encarece y no permite a las comunidades competir en igualdad de condiciones. Procesos impulsados desde el MAATE, como la implementación de la metodología Iniciando con su negocio (ICSN), que brinda acompañamiento a bioemprendimientos en fases iniciales, contribuye a mejorar esta situación.
Estas experiencias positivas motivan a que se continúen elaborando planes de inversión con visión estratégica que tengan como meta actividades productivas sostenibles, que contribuyan a transformar el modelo económico actual, para que las comunidades en un futuro tengan una mayor independencia económica, y una menor dependencia de incentivos externos para lograr la conservación.
Fotografías: Ximena Checa Rivas, Coordinadora provincial Programa Socio Bosque – PROAmazonía
Descripción: Bioemprendimiento de turismo comunitario de la Comuna Kichwa El Pilchi en Riveras del rio Napo, Comuna Kichwa El Pilchi, parroquia Limoncocha,
Cantón Shushufindi, provincia de Sucumbíos. Fecha: 17 de febrero de 2020
Fotografías: Elver Iván Aguilar, Técnico Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica
Descripción: Proyecto Sal Amazónica del Transkutuku a tu mesa, realizado por el Centro Shuar Wee en Sevilla Don Bosco en la provincia de Morona Santiago.
Fotografías: Jorge Idrovo, Especialista Técnico en Cadenas de Valor y Redes Comerciales de Productos Forestales No Maderables – PROAmazonía.
Descripción: Proyecto de Bebida de Guayusa. Pueblo Kichwa Rukullacta, Provincia de Napo, Cantón Archidona.
[1] (Centro Achuar Wampuik; Centro Achuar Ipiak; Centro Shuar Achuar Pakints; Centro Shuar Wee; Comunidad Kichwa Wamani Cokiwa; Asociación de Comunidades Kijus Acoki; Centro Kichwa Río Guacamayos; Centro Achuar Kasuaentsa; Comunidad Ecológica Achuar Numbaimi; Nación Sápara del Ecuador – NASE)
Autores:
- Guido Condoy – Técnico en territorio del Proyecto Socio Bosque – PROAmazonía
- Lino Sánchez – Técnico en territorio del Proyecto Socio Bosque – PROAmazonía
- Rossana Proaño – Especialista técnica en Conservación de Bosques – PROAmazonía
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