NUESTRA CHACRA VALE MÁS

ene 22

NUESTRA CHACRA VALE MÁS

Es época de cosecha. La chacra de Cecilia tiene 10 hectáreas con una diversidad de plantas frutales y otras medicinales para todo tipo de dolencias. Camina junto a su hija para recolectar limón y hojas de guayusa que espera vender mañana en una feria en Tena. Su rostro es dulce, su mirada tímida y su voz bajita. Con gran destreza mueve el machete de un lado a otro para abrirse camino entre un espeso bosque silencioso, pero lleno de vida.

Cecilia producía para subsistir, pero desde hace unos meses ha logrado excedentes que vende en ferias locales de Napo e inclusive en la ciudad de Quito.


“Antes teníamos ganado, pero vendimos todo.
La chacra es mejor que el ganado.
El ganado es mucho trabajo y demora”.


Los chefs de la capital del país también son sus clientes. Ella, al igual que muchos pequeños agricultores amazónicos, han llamado la atención de expertos en gastronomía ecuatoriana, con productos propios de la Amazonía, orgánicos y exóticos, como el sacha inchi y la guayusa

¿Han escuchado hablar de la Guaysupina?

La Guaysupina es una costumbre o ritual ancestral del pueblo Kichwa que consiste en beber el té de guayusa en la madrugada.

Cecilia se despierta a las cuatro de la mañana para preparar guayusa y beberla. La toma caliente en un pilche. Recuerda que su padre, artesano, los despertaba a las dos de la mañana para preparar esta bebida que, asegura, da energía para el trabajo. «La guayusa quita la pereza. Con emoción uno se va a trabajar al campo, a la chacra»

Se dice además que la guayusa espanta a las serpientes venenosas y calma el dolor del cuerpo, ¿no les provoca probarla?


“A nosotros nos gusta trabajar en el campo,
ahora yo tengo más ánimo de sembrar y mi familia también.
Todos trabajamos en la chacra”.


 

En casa de Cecilia viven ocho personas; en tiempo de vacaciones, 16. Lo importante es que siempre hay comida para todos.

Cuando en la feria de Quito la venta no es buena, el trueque ayuda. Con este sistema Cecilia lleva a su casa productos de la sierra: fréjol, papa, arroz de cebada, machica, melloco.


 “La producción sostenible es algo que me ayuda
a mantenerme a mí y a mi familia”.


Los productos que más vende hoy son la cúrcuma, el jengibre y la flor de jamaica, además de los tradicionales como la   guayusa, el palmito, la hoja de canela, el limón, la lima, los gusanos de chontacuro y el sacha inchi enconfitado.

Cecilia ha aprendido a sembrar en ciclos para no quedarse sin alimentos. Sin embargo, no olvida los rituales y tradiciones para los procesos de siembra y cosecha que le transmitieron sus abuelos. Desde 2015, la finca de Cecilia tiene un plan de manejo integral gracias al cual hoy en día su chacra genera un excedente para la venta. El Ministerio de Agricultura y Ganadería, a través de la Agenda de Transformación Productiva Amazónica – Proyecto de Reconversión Agroproductiva Sostenible en la Amazonía Ecuatoriana (ATPA-RAPS), con el apoyo de PROAmazonía, buscan transformar los sistemas de producción tradicionales en sistemas agroproductivos sostenibles, libres de deforestación. El Plan de Manejo Integral de Fincas es un primer paso para lograrlo. A esto se suman la asistencia técnica y la entrega de insumos agrícolas y plantas que permitirán avanzar en los procesos de producción sostenible y mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores.